¿Que se Aprende en las Escuelas de fútbol?

El fútbol, a pesar de ser un juego que se juega con el corazón, también requiere una formación técnica y táctica rigurosa.

Las escuelas de fútbol ofrecen precisamente eso: un entorno estructurado donde los jóvenes pueden aprender los fundamentos del juego, desde el manejo básico del balón hasta las estrategias de equipo más complejas.

Además, estas instituciones no solo se centran en las habilidades en el campo. También enfatizan la importancia de la disciplina, el trabajo en equipo y la ética de trabajo, valores que son esenciales para cualquier atleta profesional. En un deporte donde la diferencia entre el éxito y el fracaso puede ser mínima, la formación temprana y estructurada proporcionada por las escuelas de fútbol puede marcar una diferencia significativa en la carrera de un jugador.

Entradas o tackles: Una habilidad esencial para cualquier defensor es saber cuándo y cómo interrumpir el juego del oponente. Las entradas deben ser limpias y precisas, evitando faltas innecesarias. Los jóvenes aprenden a juzgar el momento adecuado para entrar, así como la técnica correcta para hacerlo sin poner en riesgo al oponente.

Marcaje y posicionamiento: Estas son habilidades cruciales que determinan cómo un defensor se enfrenta a un atacante. El marcaje implica seguir y neutralizar a un jugador específico, mientras que el posicionamiento se refiere a la ubicación en el campo para cortar pases, cerrar espacios y anticipar jugadas del equipo contrario.

Despejes y bloqueos: Cuando el balón se acerca al área, los defensores deben saber cómo alejarlo de forma segura. Esto puede implicar despejarlo con la cabeza, el pie o incluso bloquear disparos para evitar que lleguen a la portería.

Formaciones y estrategias: El fútbol no es solo un juego de habilidad individual, sino también un deporte de equipo donde la estrategia juega un papel crucial. Las escuelas de fútbol enseñan a los jóvenes sobre diferentes formaciones, como 4-4-2, 3-5-2, 4-3-3, entre otras, y cómo estas estructuras influyen en el juego. Además, se introducen conceptos sobre cuándo adoptar una postura defensiva o atacante, dependiendo de la situación del partido.

Cambios de juego y transiciones: El fútbol moderno es dinámico y requiere que los equipos cambien rápidamente entre defensa y ataque. Los jugadores aprenden la importancia de mover el balón de un lado del campo al otro para desequilibrar a la defensa contraria y cómo pasar de una postura defensiva a una ofensiva en cuestión de segundos.

Lectura del juego y anticipación: La capacidad de prever acciones antes de que ocurran es esencial en el fútbol. Las escuelas enseñan a los jóvenes a «leer» el juego, anticipando movimientos del equipo contrario, prediciendo pases y tomando decisiones rápidas en función de la dinámica del partido.

Comunicación en el campo: El fútbol es un deporte colectivo, y la comunicación efectiva entre jugadores es clave. Ya sea para pedir un pase, organizar una pared o alertar sobre un jugador no marcado, la capacidad de comunicarse claramente y rápidamente es esencial.

Movimientos sincronizados: Los jugadores a menudo realizan jugadas preestablecidas o combinaciones que requieren movimientos coordinados. Las escuelas de fútbol entrenan a los jóvenes en estas jugadas, enseñándoles a moverse en sincronía con sus compañeros de equipo.

Creación de espacios y apoyos: En el fútbol, el espacio es un recurso valioso. Los jugadores aprenden a crear espacio para ellos mismos y para sus compañeros, ya sea mediante desmarques, arrastrando defensores o proporcionando opciones de pase.

Entrenamiento de resistencia

Carreras y circuitos: El fútbol es un deporte que requiere una combinación de resistencia aeróbica y anaeróbica. Las escuelas de fútbol incorporan carreras y circuitos en sus rutinas de entrenamiento para mejorar la capacidad cardiovascular de los jugadores. Esto les permite mantener un alto nivel de rendimiento durante los 90 minutos de juego y recuperarse rápidamente después de esfuerzos intensos.

Entrenamiento de intervalos: Dado que el fútbol implica períodos de alta intensidad seguidos de recuperación, el entrenamiento de intervalos es esencial. Estos ejercicios, que alternan entre sprints cortos y períodos de descanso o trote, mejoran la resistencia anaeróbica y ayudan a los jugadores a recuperarse más rápidamente después de sprints o esfuerzos intensos.

Fortaleza y agilidad

Ejercicios de peso corporal: La fuerza es fundamental en el fútbol, no solo para resistir desafíos físicos sino también para disparar, saltar y realizar sprints. Las escuelas de fútbol incorporan ejercicios de peso corporal, como flexiones, sentadillas y abdominales, para desarrollar la fuerza muscular de los jugadores sin necesidad de equipos pesados.

Circuitos de agilidad: La capacidad de cambiar de dirección rápidamente, esquivar oponentes y mantener el equilibrio es esencial en el fútbol. Las escuelas utilizan circuitos de agilidad con conos, escaleras y otros equipos para mejorar la agilidad, la coordinación y el equilibrio de los jugadores.

Enfrentar la presión del juego: El fútbol, especialmente en niveles competitivos, puede ser un deporte de alta presión. Ya sea enfrentando un penalti decisivo o jugando en un estadio lleno, los jugadores deben aprender a manejar la tensión y las expectativas. Las escuelas de fútbol ofrecen herramientas y técnicas, como la visualización y la respiración controlada, para ayudar a los jugadores a mantener la calma y concentrarse en el momento presente.

Mantener la concentración: Un momento de distracción puede cambiar el resultado de un partido. Por ello, es esencial que los jugadores desarrollen la habilidad de mantenerse enfocados durante todo el juego, independientemente de las distracciones externas. Las escuelas de fútbol trabajan en ejercicios y prácticas que refuerzan la concentración y la atención sostenida.

Superar derrotas y errores: No todos los partidos terminarán con una victoria, y todos los jugadores cometerán errores en algún momento. La capacidad de superar estos contratiempos y aprender de ellos es crucial para el desarrollo de un jugador. Las escuelas de fútbol enfatizan la importancia de la resiliencia, enseñando a los jóvenes a ver los errores como oportunidades de aprendizaje y a no desanimarse ante las derrotas.

Fomentar la autoconfianza: La confianza en uno mismo es esencial en el deporte. Un jugador que cree en sus habilidades es más probable que tome iniciativas, se arriesgue en el campo y alcance su máximo potencial. Las escuelas de fútbol trabajan en construir esta autoconfianza, reforzando los logros y habilidades de los jugadores y proporcionando un entorno de apoyo donde puedan crecer y desarrollarse.

Reglas del juego y fair play: Entender y respetar las reglas es fundamental en cualquier deporte. Las escuelas de fútbol enseñan a los jóvenes no solo las reglas técnicas del juego, sino también el concepto de «fair play» o juego limpio. Esto implica jugar con integridad, sin buscar sacar ventaja mediante trampas o conductas antideportivas, y reconocer el esfuerzo del equipo contrario.

Relación con compañeros, rivales y árbitros: El fútbol es un deporte colectivo donde la interacción con otros es constante. Las escuelas de fútbol inculcan la importancia del respeto hacia compañeros de equipo, oponentes y árbitros. Esto incluye evitar conflictos innecesarios, ayudar a un rival en caso de caída y aceptar las decisiones del árbitro, incluso si no se está de acuerdo con ellas.

Asistencia y puntualidad: La disciplina es esencial para cualquier atleta profesional. Las escuelas de fútbol enfatizan la importancia de ser puntual y asistir a todos los entrenamientos y partidos. Esta regularidad no solo muestra respeto hacia el entrenador y los compañeros de equipo, sino que también refleja el compromiso del jugador con su desarrollo y crecimiento.

Actitud proactiva en entrenamientos y partidos: No basta con simplemente estar presente; los jugadores deben mostrar una actitud activa y comprometida en cada sesión. Esto significa escuchar atentamente las instrucciones, dar el máximo esfuerzo en cada ejercicio y buscar constantemente formas de mejorar. Las escuelas de fútbol valoran y fomentan esta actitud proactiva, reconociendo que es esencial para el éxito a largo plazo.

La organización de grupos por edad en campamentos de fútbol puede variar según el país, la organización que lo gestione y el propósito del campamento (recreativo, formativo, competitivo, etc.). Sin embargo, hay algunas prácticas comunes que se suelen seguir:

1. Categorías por edad: Se suelen establecer categorías basadas en rangos de edad. Por ejemplo:
   • Prebenjamines: 6-7 años
   • Benjamines: 8-9 años
   • Alevines: 10-11 años
   • Infantiles: 12-13 años
   • Cadetes: 14-15 años
   • Juveniles: 16-18 años
   • Adultos: 19 años en adelante
   Estas categorías pueden variar según el país y la federación de fútbol local.
2. Habilidades y experiencia: A veces, además de la edad, se considera el nivel de habilidad y experiencia del jugador. Un jugador de 12 años con mucha experiencia y habilidad podría ser colocado en un grupo de edad superior si se considera que es beneficioso para su desarrollo.
3. Objetivo del campamento: Si el campamento es recreativo, la organización por edad puede ser más flexible. Si es competitivo o formativo, es probable que se sigan más estrictamente las categorías por edad para garantizar un desarrollo adecuado y una competencia justa.
4. Número de participantes: En algunos casos, si el número de participantes en una categoría de edad es muy bajo, se pueden combinar dos categorías contiguas para garantizar que haya suficientes jugadores para realizar actividades y juegos.
5. Infraestructura y recursos: La disponibilidad de campos, entrenadores y otros recursos también puede influir en cómo se organizan los grupos. Si hay recursos limitados, es posible que se deban hacer ajustes en la organización por edad.
6. Seguridad: Es esencial garantizar que los jugadores estén en grupos donde puedan jugar de manera segura. Por ejemplo, no sería adecuado mezclar a niños pequeños con adolescentes mucho mayores debido a las diferencias en tamaño y fuerza física.

Se trata de que el niño saque el máximo provecho a su estadía en la escuela de fútbol, por eso, los grupos son reducidos para que la relación con el profesor sea más estrecha y éste le indique qué debe corregir, cómo realizar una técnica y sobre todo, tener más oportunidades de reiterar las jugadas, algo muy importante, sobre todo a la edad de estos pequeños.

Si estás considerando inscribir a alguien o organizar un campamento de fútbol, es recomendable consultar con la organización o federación local para obtener directrices específicas sobre cómo se organizan los grupos por edad en tu área.

En una escuela de fútbol, se llevan a cabo diversas actividades orientadas al desarrollo técnico, táctico y físico de los jóvenes jugadores, así como a la formación en valores y el bienestar integral.

Las actividades se separan en prácticas y teóricas, las primeras son las que incluyen los ejercicios pre-competitivos, el entrenamiento en sí y los juegos de fútbol en tiempo real, plasmando lo aprendido en la semana.

Estas actividades incluyen:

1. Entrenamientos técnicos: Aprendizaje de técnicas básicas como control, pase y tiro.
2. Entrenamientos tácticos: Instrucción sobre posicionamiento, movimientos y estrategias de juego.
3. Partidos y mini partidos: Juegos prácticos entre estudiantes o contra otros equipos.
4. Ejercicios físicos: Rutinas para mejorar resistencia, velocidad y fuerza.
5. Ejercicios de coordinación y agilidad: Uso de conos, escaleras y otros equipos.
6. Sesiones de vídeo: Análisis de partidos y jugadas para corrección y aprendizaje.
7. Charlas teóricas: Discusión sobre reglas, tácticas, nutrición y psicología deportiva.
8. Entrenamientos específicos para porteros: Técnicas y estrategias para arqueros.
9. Actividades recreativas: Excursiones, visitas a estadios o encuentros con profesionales.
10. Talleres de valores: Formación en trabajo en equipo, respeto y disciplina.
11. Participación en torneos: Experiencia competitiva en eventos locales o nacionales.

Las actividades se separan en prácticas y teóricas, las primeras son las que incluyen los ejercicios pre-competitivos, el entrenamiento en sí y los juegos de fútbol en tiempo real, plasmando lo aprendido en la semana.

En la parte teórica, tenemos las charlas, por parte de jugadores profesionales, técnicos, médicos, ayudantes de campo, glorias del club, etc. y las clases, que brindan todo lo necesario para que el alumno tenga un conocimiento global del deporte, como medicina, nutrición, salud, ejercicios, etc.

Este tipo de actividades se suelen brindar por las tardes, si las prácticas son a la mañana (en los meses de verano y primavera) o viceversa (en invierno y otoño).

Estas actividades buscan no solo formar habilidades futbolísticas, sino también inculcar valores y promover el desarrollo integral de los jóvenes.